Wednesday 26 de February de 2014, 19:52:24

El muro por antonomasia.

Hace unos días me sometieron a un supuesto test de ésos que llaman de “personalidad”... Nada, una cosa curiosa, un ratito de relax en el trabajo. Yo no lo conocía. Me preguntaban por tres animales que me gustaran y que explicara brevemente los motivos, luego me preguntaban qué me sugería el mar, y las razones, luego cómo imaginaba una copa, y por qué, y finalmente qué me sugería un muro, y también el por qué. No os voy a desvelar más que la parte que me interesa ahora, la última. Puede ser que lo conozcáis, y si no es así, tranquilos que no os destriparé casi nada.

Aunque a veces el muro es muy sutil...

Pues eso, lo del muro... Contesté rápido y sintéticamente, como me pidieron que hiciera durante todo el cuestionario, y tras decir en primer lugar que un muro me sugería un cierre que impedía seguir adelante, de inmediato añadí que podía ser a la vez un medio para progresar por él hacia un lugar más alto, y que también podía ofrecer protección... “¿Protección?”, me preguntaron, y dije que claro, que no se imaginaban cómo llegaba a proteger un muro de una ventisca o de una lluvia racheada... Mientras iba respondiendo iba visualizando un muro desde la perspectiva de un montañero, claro... Una discontinuidad vertical del terreno que muestra claramente que sobre ella hay algo más alto a donde se podría llegar, un muro que puede ser flanqueado, o atacado directamente si ofrece una ruta razonable... O esos muretes de pared seca que en el monte tanto nos guarecen, o la pared de una cabaña o un refugio, aunque sea ruinoso, tras la que protegerse de la intemperie...

Un lugar por el que progesar...

Luego me explicaron brevemente los resultados del cuestionario, y por supuesto también qué simbolizaba el muro. Bien, creo que no os lo voy a desvelar, lo dejo a vuestra intuición, aunque me pareció bastante evidente una vez explicado. Pero sí os digo que me cuadró muy bien con lo que yo había contestado, vista mi visión del asunto, una visión que se reafirma cada vez más en mi interior... Un aparente final de camino que en realidad es un plano diferente de progresión hacia algo más alto... ¿Algo mejor?... Hombre, al menos distinto, y seguro que, por ser más alto, más puro y con mejores y más amplios panoramas... Una manera de superar la visión “achatada” de las criaturas que no pueden levantarse del suelo... Y a la vez un ámbito de protección, desde luego, porque te guarece e incluso puede otorgarte la invulnerabilidad, como la legendaria “égida” de Palas Atenea... Un lugar en el que por fin eres intocable, y quizás perdurable, un lugar en el que tumbarte a descansar después de batallar con los elementos... Ah, cómo son estos montañeros... Tal vez por eso los ves arrebujados a los pies de las grandes piedras cuando pega fuerte, como marmotitas, y en cuanto escampa están enfilándose por los sitios, como rebequitos...  

La cuestión no es el muro, la cuestión es en qué momento y en qué condiciones llegas hasta él...

Protección.