Diez años ya de este sonetillo, de abril de 2002..... No sé, me da por compartirlo ahora, cosas que pasan...
Mi tapiz puede abrirse hasta hervir la conciencia,
desmenuzada en mil hacendosas tejedoras
que aniquilan y recomponen mi existencia,
ese acertijo inerme en sus manos cantoras.
Lograrlo es tan sencillo como partir sin irse
porque el deseo es frágil y la inercia lo vence.
Como también lo es marchar pero volverse:
la añoranza, esa niña voraz que crece y crece.
¿Qué alborozo se yergue de este desconcierto?
¿Qué absorto desconsuelo nutre aquí sus entrañas?
¿Por qué de pronto el mundo se queda boquiabierto?
Mi tapiz desde lejos vuélvese un sin sentido.
En detalle se me antoja a veces adorable.
Algún día se estremecerá en un estallido.