No acostumbro a enlazar en este blog escritos o textos anteriores que ya están en él, es más, creo que no lo había hecho nunca… Pero dicen que siempre hay una primera vez para todo, y en esta ocasión resulta que hacerlo me viene como anillo al dedo. Hace unos diez días subí al Bachimala por su vía normal desde Viadós, y pernocté en la campa del Sarrau, un lugar por el que siento debilidad desde hace mucho tiempo, un lugar que me tiene fascinado… He renovado por tanto mis votos de fidelidad al Sarrau. Hacía cinco años y medio, desde finales de octubre del 2008, que no pasaba por ahí; y más todavía, doce, desde marzo del 2002, que no pernoctaba en él. Es mucho tiempo, demasiado, para volver a visitar a un viejo amigo, para homenajear de nuevo a un ídolo, para decirle al ser amado pues eso, que lo amas… En noviembre del 2008, unos pocos días después de mi última vez, colgué en este blog un relato que titulé “El hombre del Sarrau”, una historia surgida a raíz de mis vivencias en este lugar y en otros lugares, una especie de reflexión personal sobre algunas cosas, visiones que apenas han cambiado en mi interior desde entonces… Me gustó cómo me quedó, y lo he vuelto a releer y me sigue gustando. Ruego que me disculpéis cuando he dicho al principio que reenlazarlo me viene como anillo al dedo, y es que reconozco que a veces puedo ser muy perezoso… Pero por qué no revisitarlo, a la espera de que pueda volver a escribir algo al respecto… Aquí os lo dejo.
http://gerardo.madteam.net/posts/2008-11/el-hombre-del-sarrau/