Friday 20 de March de 2009, 12:54:59

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La foto en cuestión.

En una foto de mi galería del Taga, colgada hace poco, aparecemos dos de nosotros saliendo o “emergiendo� del mar de nubes que nos había copado durante una parte del ascenso. Se nos ve un poco lejos, pero Comhofaelvent me hizo notar cómo uno de los dos está encarado hacia la barrera de nubes, detenido, y cómo el otro ya le ha dado la espalda y ha retomado la ascensión. Y cómo podría ilustrar las diversas actitudes ante la vida. Es verdad, la cosa puede dar su juego… Tendré que ofrecerle alguna cosa en concepto de derechos, no de autora pero sí de inspiradora, o casi “instigadora�...

También a esta lenticular le tendré que pagar derechos de inspiradora. Bajando del Puigmal este febrero del 2009.

Podrían establecerse unos primeros paralelismos, más o menos elementales, en los que las nubes representarían las circunstancias adversas de la vida, ya que al fin y al cabo, y especialmente para un montañero, las nubes suelen significar una adversidad. La actitud del que está parado mirándolas podría ser la positiva, la valiente, la del resistente que mira los problemas a la cara como primer paso para tratar de solventarlos… Y el que les ha dado la espalda para seguir caminando representaría al que huye de los problemas, que suele ser la mejor manera de no resolverlos jamás… Como mucho puede ayudarle a aplazar el enfrentamiento final, pero cuando el terreno para huir se acabe, y siempre se acaba, habrá lo que habrá...

Huyendo de las nubes en una ascensión al Posets por Eriste, en mayo del 2006.

Aunque todo esto depende en el fondo de que las nubes vayan o vengan, porque si se acercan, pues vale la interpretación, pero si se alejan o están estáticas y son los protagonistas los que se alejan de ellas (como de hecho ocurría en ese momento en el Taga), tal vez la actitud positiva sea la del que ya ha dejado el problema atrás y emplea sus potencialidades en tirar para adelante, y la negativa la del que se queda allí parado mirándolo, casi hipnotizado, como añorándolo, quizás pensando en que se está quedando sin pretextos para seguir haciéndose la víctima…

Víctimas de las nubes en una ascensión ciega al Mulleres, en julio del 2005.

Claro está, todo lo anterior parte de la premisa de que las nubes representan las adversidades de la existencia… ¿Y si representaran la existencia en sí, la vida? No en vano las nubes son vida, porque son las regaderas de la Tierra y sin agua no existiríamos… Hablaríamos entonces de actitud ante la vida en sí misma, no ante lo negativo de ella… El que está detenido mirando sería tal vez el observador atento, aquél que no quiere perderse nada, el curioso ante la vida, el que realmente la disfrutará porque no tiene dificultad en detenerse y gozar de ese momento… Y el que sigue caminando dándoles la espalda representaría a esa figura tan contemporánea, cada vez más frecuente, del individuo atrapado en su propio frenesí, incapaz de disfrutar de verdad de los momentos hermosos, incapaz de disfrutar del tiempo que la vida le brinda porque siempre está acelerado…

Pues eso, pararse a mirar las nubes, como en este contraluz en la zona del Tallón, subiendo a Serradets, en junio del 2007.

Pero estas interpretaciones también dependen de que las nubes vayan o vengan, cómo no, porque sospecho que sólo valen si se acercan… Si lo hacen supondrían la vida en plenitud que trata de rodearte, de coparte, de empaparte de ella, como corresponde a algo con tanta fuerza como la vida.

"Empapados" de vida en el Cambradase, en diciembre del 2005.

Pero si se alejan, tal vez representarían el final de la vida y la necesaria asunción de que es natural que así sea por parte de los protagonistas… En este contexto, la actitud del que se queda esperando, añorando, no es especialmente positiva, porque manifestaría básicamente un apego antinatural, e incluso una insatisfacción por no haber aprovechado en su momento lo que la vida le ofreció, tratando de hacerlo cuando ya es tarde… En cambio, el que sigue adelante es el que la ha disfrutado, asumiendo con naturalidad su posición en la cadena de la vida, el que la ha comprendido y ha interiorizado que tiene su fin natural... Y, sabiéndolo, encara con valentía, o al menos con ánimo, lo que pueda venir más allá, sea lo que sea…

Gavarnie en junio del 2007. ¿Qué hay más allá de este inquietante y precioso puzzle de nubes? 

Como veis, en definitiva todo depende de la simbología de las nubes y de que vayan o vengan… Es decir, todo depende del sentido de las nubes… 

Espectro de Broken en los Gemelos, en octubre del 2006. Las nubes como una pantalla donde proyectar tu existencia...

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Enviado por Ram el Monday 23 de March de 2009

“Las nubes son como los pimientos del Padrón, unos pican y otros no....mmmmmm quin Karma tu...”